La noche de Halloween en Utrera se convirtió en un espectáculo inolvidable, donde la creatividad y la alegría brillaron incluso bajo la amenaza de lluvia. La Plaza del Altozano se llenó de vida, con niños y adultos disfrazados que, lejos de dejarse intimidar por el mal tiempo, salieron a las calles para mostrar sus más aterradores atuendos y deleitar a todos los curiosos que se acercaron.
El ambiente festivo era palpable, con risas y gritos emocionantes que resonaban en cada rincón. Nadie se olvidó del tradicional truco o trato; pequeños y grandes recorrían los alrededores, llenando sus bolsas de caramelos y chucherías. Esta celebración, que tiene lugar la noche del 31 de octubre, previo al Día de Todos los Santos, ha ido ganando fuerza en Utrera. Hace unos años, Halloween era una festividad poco celebrada, pero hoy en día las familias se preparan con entusiasmo, eligiendo cuidadosamente sus disfraces y llenando sus casas de dulces para hacer de esta noche un evento familiar y social.
Los comercios locales también se unieron a la fiesta, decorando sus escaparates con motivos espeluznantes que atraían a los transeúntes. Muchos negocios organizaban actividades especiales y ofrecían premios a aquellos clientes que llegaban disfrazados, contribuyendo así a un ambiente aún más festivo.
Este año, Halloween en Utrera no solo fue una celebración de miedo, sino una muestra del espíritu comunitario que une a los habitantes. La plaza se convirtió en un punto de encuentro donde las risas y la camaradería superaron cualquier adversidad climática. Con cada año que pasa, esta festividad sigue tomando fuerza en nuestra ciudad, consolidándose como una tradición esperada por todos.
Sin duda, Halloween en Utrera ha demostrado ser una noche mágica donde la comunidad se une para celebrar juntos.